EL COLOR DE LOS DÍAS

VERSOS Y PROSAS DE ARTISTAS INVITADOS (14)

 

El pictórico título del encabezamiento no es a mí debido, sino a la artista invitada que enseguida recitará en silencio dos de sus poemas.

Se trata de la asturiana María Esther García López , actual presidenta de la Asociación de Escritores de Asturias. Largo ya su recorrido literario por las sendas de la poesía y de la prosa, incesante su pasión por las letras. Aún la recuerdo junto a mí en la Pravia histórica del genial Pepe Monteserín. Sentados a una mesa desde la que hablamos a la concurrencia de nuestros cuentos preferidos. Muchos escritores y muchas escritoras entre el público asistente, triunfadores todos y todas por más batallas que hubieran perdido y sigan perdiendo pues la bandera de la rendición solo la usaban y la usan para cubrir sus heridas antes de seguir luchando, palabra en mano, contra esos gigantes disfrazados de molinos de viento.

 

Gracias, Esther, y bienvenida a uno de mis mundos, el que me alimenta el alma desde pequeño.

 

Tuya es la palabra, cómo no, en estos tiempos donde el otro mundo mío, el que me alimenta el cuerpo, está a la caza y captura de un virus —de cuyo nombre no quiero acordarme— como salido de la nada.

 

Diario de la Luna

Cuántas lunas alumbran las ciudades y los campos.

Cuántas lunas llenas, en las noches infinitas.

Siempre tú, Luna, dueña de la noche.

Vigilas atenta las esquinas del mundo,

 y escribes

el diario de la oscuridad y del resplandor.

Escribes con luz en las hojas de los árboles callados.

 

Escribe la luna con asombro.

Los anhelos del pobre que duerme en el cajero.

Los paseos de las ratas al contenedor.

Los gatos que maúllan sin descanso

en busca del amor.

El perro abandonado que busca un lugar para dormir la tristeza.

Las lechuzas y otros pájaros

que estremecen la noche con lamentos eternos.

Escribe la luna en su diario.

El mendigo que se cobija en los portales, con el cuerpo acartonado.

Los noctámbulos que beben un cubata en cada esquina.

Los voceros que sacuden el silencio.

Y el humo que sale por los agujeros de los antros.

Los borrachos que cruzan la calle de un lado al otro lado.

Los que duermen a la intemperie sin abrazos.

Los seres solitarios.

La fiesta, los amantes.

Y el amor,

y los abrazos.

 

¡Qué Luna indiscreta, curiosa!

¡Qué Luna atrevida que observa y escribe

las tormentas y sombras de la vida!

Qué Luna notaria de amores.

Notaria de tristezas, desengaños.

¿Cuántas hojas, Luna,

tienes escritas en tu diario?

 

 

 Sabores

 Nos dormimos bajo la sombra de un cerezo.

Soñé.

Soñé.

Soñé que soñaba.

Soñé bajo la sombra inmensa que cubría aquel espacio.

Cubría la hierba que dormía ajena a las pasiones.

Cubría las gotas de rocío que se quejaban dolidas.

Las cerezas pestañeaban y nos miraban con envidia.

Soñé con un alebrix que se posaba en tus besos.

Y llenaba de miel tu boca,

y mi boca.

Soñé que mi pelo era una maraña de suspiros

enredados en tus manos.

Soñé y soñé…

A la sombra del cerezo nos amamos tanto, tanto…

Hasta que nos despertó el amanecer con los silbos del malvís.

Y saboreamos otra vez

las cerezas del amor.

 

el-color-de-los-días-E. Bajamar, Esther, WP

 El color de los días (2019) Ed. Bajamar. Mª Esther García López

 

12 comentarios sobre “EL COLOR DE LOS DÍAS

      1. Jajajajaj, vale , 077, merlozo del norte aquí JM7 cambio y corto que hoy a cenar , sigue tú espiando 😎

        Le gusta a 1 persona

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.